- Quien no arriesga no gana – me aconsejaba mi abuela
- Y quien lo hace también se arriesga a perder. Y perder a quien amas supone perderse a uno mismo también – replicaba yo.
Hasta que la perdí a ella y me perdí a mi misma. Entonces me di cuenta de que no hace falta arriesgar para perder. Y decidí comenzar en aquel instante, así al menos compensaría las perdidas con las ganancias de los riesgos que correría a partir de aquel momento.
Que hermoso texto..Es verdad que a veces nos aferramos tanto en lo que nosotros creemos que no escuchamos o no prestamos la suficiente atención a lo que nos dicen los demás...pero tú has aprendido y has rectificado lo cual hace mas loable lo que haces ;) mucha suerte en tu nuevo camino ;)
ResponderEliminarEsa frase me sirvió hace poco para tomar una gran decisión :)
ResponderEliminarUn beso enorme bonita!
Holis, hermosoo blog, la verdad me gusto muchisimo.
ResponderEliminarun beso :)
este es mi blog : http://masqueamorunaobsecion.blogspot.com/
Yo también soy de la opinión de que quien no arriesga, no gana. Aunque como has dicho, al hacerlo también te arriesgas a perder. Es un precio a pagar, bajo mi punto de vista :)
ResponderEliminarUn muá Patricia <3
PReciosa la forma de expresar:) si tienes un ratito pasate por el mio :9 http://elesunartistayellaessupintura.blogspot.com/
ResponderEliminarComo dice el dicho, "si no arriesgas, ya estás perdido". Esta vida se vive viviendo, no intentándolo... y claro, los trastazos duelen pero la sensación de no haber hecho esto o aquello por miedo (o por lo que sea) pesa, pesa muy hondo y para siempre.
ResponderEliminar(Adivina quién vuelve a ser una persona normal.)
Y quién se ha cargado el móvil :(
Pero si todos perdemos algo todos los días, así no nos demos cuenta; pero lo perdido se reemplaza con otra cosa, así es el ritmo de la vida, todo fluye, no puede ser estático siempre :)
ResponderEliminarUn beso, me encanta tu blog.
A pesar de mi tremendo asco a la empresa, tengo la mentalidad del mercado: un riesgo implica más beneficios que pérdidas, y tal vez sea que se me ha colado el materialismo dentro, pero pasa lo mismo con las cosas del corazón.
ResponderEliminar